Hacia tiempo que quería volver por aquí. El respiro que necesitaba se ha hecho más largo de lo que esperaba, pero me ha venido bien. Cuando decidí dejarlo estaba agobiadisima, y no era para menos. La lista de pedidos que tenía era bastante larga y no me dejaba tiempo para mi ni para los míos. Y Uma necesitaba a su amatxo. Al final tejer se convirtió en una obligación, y eso no molaba nada. Así que deje de tejer. Del todo. Ni tan siquiera para mi. Nada.
Pero hace unos cuantos meses, cuando descubrí que estaba embarazada, me entraron ganas de volver a tejer. Ganas y necesidad. No podía ser que hubiera hecho sonajeros para todo el mundo y mi niña se quedara sin uno. Y claro, me puse a tejer.
Pero ahora, con dos mini-yos pululando por casa, lo de tejer es complicado, no tengo mucho tiempo. No me refiero sólo para tejer, si no tiempo para nada. Me acuerdo que con Uma las cosas parecían complicadas, pero es que con dos son casi imposible (la que tenga 3 hijos o más se estará riendo de mi, seguro). Por eso me he cogido un año de excedencia en el trabajo. Con Uma no lo hice y me arrepentí muchísimo. Si es que crecen tan deprisa... Y estos años no vuelven. Así que ahora que tengo la oportunidad de hacerlo, me apetece muchísimo tener un año para disfrutar de los primeros meses de Leia y de los terribles 4 años de Uma. Un año para tomarme todo con más calma, con más paciencia. Sin tantas prisas ni estrés. Como diría mi jefe, un año para dedicarme a este nuevo proyecto.
Y esa es la razón por la cual mi regreso no es un verdadero regreso. Me explico: Voy a volver a escribir en el blog y a publicar todo en Facebook, os enseñaré todas las cosas que he hecho (que son un montón), las que estoy haciendo, como estoy experimentando con otras técnicas (he empezado a usar la máquina de coser), como van creciendo mis niñas y todas las cosas que se me pasan por la cabeza. En fin, lo de siempre.
Lo que no voy a hacer, y esto es lo que va a entristecer a muchas, es coger pedidos. Voy a tejer por el mero hecho de tejer, por diversión, por hacer cosas bonitas, por regalar cositas hechas con amor... Voy a tejer para mi, porque me apetece, me calma, me relaja y me hace feliz. Y lo siento mucho, pero por el momento esto va a ser asi. Quizás más adelante... No se, ya veremos.
Por ahora solo deciros que he vuelto y que a partir de ahora empezareis a verme mas a menudo por aquí, y por Facebook, y quien sabe, igual algún día hasta por instagram!! ;)
Y para empezar con buen pie y aunque tengo muchas más cosas por enseñaros, os enseño el sonajero que le he tejido a Leia. Quería que fuera algo único, que no lo tuviera nadie, y que fuera algo que las dos hermanas tuvieran en común. TOTORO. En su día Uma tuvo el mismo sonajero, pero se perdió (siempre se van los mejores). Suerte que escribí el patrón y he podido volver a hacerlo sin volverme muy loca. Ahora Uma tiene toda la familia Totoro y Leia un pequeño sonajero Totoro. Ya me las imagino juntas jugando...
PD: Creo que he perdido un poco de practica con las fotos. Las he hecho bastante deprisa porque Leia quería jugar con el ya!! Y chuparlo!! Luego ha sido difícil quitarselo...